Dos edificios de ocho niveles flanqueaban la calle donde estaba el Quinto piso, sede de la historia. En el vecindario Luis Aparicio de Maracaibo. A las 7:00 p.m. se abrieron las puertas y los seguidores del cantautor guatemalteco se instalaron en sus asientos para disfrutar de lo que sería le mejor espectáculo del año.

Alfonso, el cantautor zuliano que con mucho esfuerzo ha ido haciéndose camino, abrió la puerta del edificio.

Deleitando a los asistentes con su gran sensibilidad y capacidad vocal. Eran las 8 pm del jueves en el Zulia y el calor comenzó a apretar. Acompañado por su guitarra y un tecladista, Alfonso logró muchos aplausos. Media hora después se despidió agradeciéndole a Arjona la oportunidad de serle telonero.

A las 9.18 de la noche las luces del estadio se apagaron y comenzó la algarabía, gritos y euforia de los aproximadamente 10 mil seguidores que estaban a la expectativa de ver a su ídolo. Se escuchó de fondo el tema Quinto piso. Ricardo Arjona aún no tocaba el escenario. Sólo sus músicos se paseaban por la escenografía. Arjona salió de la parte trasera del escenario que simulaba un edificio en medio de las calles de Nueva York. Un bar, una barbería, la estación del metro y tendederos de ropa ambientaron la escena. Los protagonistas fueron todos. En el escenario el artista estuvo acompañado por mendigos, policías y mesoneras, quienes interactuaban con los músicos y le daban vida a la ciudad creada para el espectáculo.

Sonó El del espejo y el coro del público lo empezó a acompañar. No lo dejaría solo hasta el final de la jornada.

Vestido todo negro y con su característico cabello suelto el artista siguió con los temas Acompáñame a estar solo, Realmente no estoy tan solo y Desnuda. Notablemente impresionado, en algunas canciones hacía silencio para escuchar el gran coro de fanáticos que lo seguían en cada estrofa. No pudo aguantar mucho tiempo el calor y después de cinco temas se quitó la chaqueta para cantar sentado en un sofá Sin ti… sin mí. «Vamos a decirlo en venezolano para que suene mejor: “que coño estoy haciendo yo sin ti», esta fue su primera interacción con el público.

«Buenas noches Maracaibo. Sabemos que el mundo allá afuera sigue igual… Aquí hay que estar jodido para estar bien.

El hecho de estar jodido le cae bien incluso a los países, por ejemplo, los Estados Unidos necesitó estar muy jodido para que un tipo que hace 40 años no lo dejaban ir en el mismo autobús que un blanco, se hiciera presidente, no es tan malo entonces estar jodido. Lo cierto es que nosotros estamos aquí tratando de robarle a la vida un poco de entretenimiento. Vamos a tratar de que ustedes tengan bien claro, antes de entrar en esto de lleno, que los que estamos aquí y yo en lo personal estamos para lo que a ustedes se les de la gana. Manifiéstense, digan las cosas que no pueden decir, vamos a tratar de armar esto entre nosotros. ¿Están listos?», con estas palabras el trovador guatemalteco sedujo al público eufórico. Aquí los enganchó y comenzó a complacerlos con cada tema que pedían.

La historia del taxi siguió en el repertorio, acompañado de Tony Rijos en la guitarra y para finalizar el clásico tema con broche de oro, Otto Avalos, violinista deleito al público con un solo, el cuál se robo gritos y miradas de los presentes..

Cantó de todo un poco, desde sus primeras canciones hasta las más populares. Arjona y sus invitados interactuaron al seleccionar las canciones. «¿Están de acuerdo si nos ponemos a desorganizar…?», dijo el cantautor durante su presentación dando así dos opciones de cantos a su público. La primera opción era cantar temas caribeños. La segunda posibilidad, la cual fue la elegida, se basaba en cantar tres canciones de una recopilación: El demonio en casa, Buenas noches Don David y Casa de locos. La noche se tornó romántica con Quiero, Dime que no, Como duele y Cuando.

Siguió el show y dijo: «Hay una enfermedad a la que nunca le han dedicado un renglón en los periódicos. Me refiero a la enfermedad del mal de amores». Después de una reflexión y con la ayuda de un karaoque en las pantallas gigantes puso al público a cantar con él, Te conozco.

La sorpresa llegó cuando repentinamente se escuchó a través de una pantalla gigante a Oscar de León. «Hermano yo pienso que estás haciendo las cosas muy bien y considerando que estás en Venezuela y conociendo a mis paisanos, vamos a cantar tú y yo algo sabroso”. Entonces los músicos dirigidos por «El sonero del mundo» tocaron para que Arjona y él cantaran a dúo virtualmente Lo poco que queda de mi.

En la presentación del guatemalteco en suelo marabino hubo momentos emotivos. Cuando Arjona se preparaba para interpretar el tema Señora de las Cuatro Décadas hizo una petición muy particular; el cantautor señaló a una de las damas presentes en el concierto de aproximadamente 50 años y le pidió que subiera al escenario, tomó dos sillas y la sentó a su lado e inmediatamente la abrazó y le cantó el clásico tema.

Arjona quien durante la presentación se cambió de vestuario en tres oportunidades hizo de Maracaibo su casa por breves momentos, paseándose a lo largo y ancho del escenario, tocando la guitarra y piano, a esto los marabinos le respondieron con aplausos que no pararon en toda el evento.

Por poco más de dos horas los presentes se olvidaron de sus problemas y del calor característico de la capital zuliana para disfrutar de lo que sin lugar a dudas fue todo un espectáculo que combinó cine, teatro y música.

La próxima parada de Arjona en Venezuela será hoy 19 en el estadio Pueblo Nuevo de San Cristóbal. El domingo se presentará en el Complejo Ferial de Barquisimeto. Luego hará una pausa de dos días para hacer su primera presentación en la ciudad capital el 23 de este mes en el Teatro Teresa Carreño. Seguidamente el guatemalteco se trasladará al oriente del país donde hará escala en Maturín el 25, en Puerto Ordaz el 26 y Puerto la Cruz el 30. En Valencia estará el 2 de octubre y cerrará su gira por Venezuela con par de presentaciones en el campo de fútbol de la Universidad Simón Bolívar (USB) de la Caracas el 3 y 4 de octubre.

Arjonianos Venezolanos

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